Pues a la gran mayoría, como imaginarás, no le gusta en absoluto. Pero vamos por partes: hasta donde sabemos, hay dos tipos de bookmakers, con modelos de negocio diferentes: Soft bookmakers: son casas de apuestas cuyo modelo de negocio es estimar las probabilidades dentro de un partido, ofreciendo cuotas acordemente, y situándose ellas mismas como contrapartida. En otras palabras, cuando un cliente gana, ellas pierden.Sus cuotas suelen estar relativamente mal estimadas, tienen márgenes mucho más altos que los de las Sharp (entre un 10% y un 20%) y, por consiguiente, un modelo de negocio más injusto para sus clientes. Sí limitan, pues no les hace ninguna gracia tener clientes ganadores.Hay muchísimas casas de apuestas de este tipo en el mundo, pues son extremadamente rentables. BetOven funciona con Bwin, 888, Paf, Wanabet, LeoVegas, Codere, Sportium y MarathonBet, todas en su versión española (.es).
Sharp bookmakers: son casas de apuestas cuyo modelo de negocio es actuar como intermediarios entre distintos grupos de apostantes, y cuya fuente de ingresos es una comisión (generalmente tan pequeña como el 0’05%) sobre el volumen apostado.Sus cuotas generalmente presentan mejores estimaciones de las probabilidades dentro de un partido, tienen un modelo de negocio más justo, no tienen ningún problema con los arbers (de hecho, les benefician) y no limitan. Se suelen utilizar como referencia para hacer surebets.Algunos ejemplos son Pinnacle, SBO, 12Bet, Smarkets, Matchbook, Betfair, Singbet, IBCbet o BetISN. Nosotros utilizamos Bet365 como referencia porque, aunque en el fondo es un Soft Bookmaker, presenta características de las Sharp, y su popularidad en España y en todo el mundo la hace más accesible para nuestros clientes.
Lo que hacemos con BetOven es buscar surebets entre una de las Soft Bookmakers y Bet365. Y como hemos dicho, a las Soft no les hace ninguna gracia, ya que les hacemos perder mucho dinero.
Como puedes leer en el apartado ¿Esto es legal?, el arbitraje es completamente legal, e incluso está promovido por considerarse beneficioso para la eficiencia de los mercados. Pero, por supuesto, a las casas de apuestas les preocupa más su cuenta de resultados que la eficiencia de cuotas.